Labios arrugados blancos de tanto
esperar
algo de ti es como tocar la puerta del
Inferno
rojo, desangrante, cabezas mutiladas en el
sinfín
de pensamientos crudos y
fríos
como la piel esparcida alrededor de tu ombligo.
II
La música penetra mis orificios dilatados.
El humo psicodélico.
La forma de las hojas,
invitándome a seguir su baile.
El sol aclara tus cabellos,
tus párpados entrecerrados que tiemblan cuando me acerco.
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